El pie diabético es una complicación clínica que responde a un conjunto de alteraciones de los pies que se caracterizan por:

• Sequedad Extrema en los pies: Aparición de durezas y grietas.
• Pérdida de sensibilidad (Neuropatía): Hormigueos, calambres, ausencia de sensación al frío, al calor y al dolor.
• Mala circulación sanguínea, que facilitan el riesgo de sufrir heridas y úlceras.

Cuando aparece una úlcera en un pie diabético el tratamiento suele ser largo en el tiempo, con curas periódicas en las que los progresos son difíciles de identificar. El riesgo de infección en las heridas de los pacientes diabéticos es mayor debido a los problemas que se producen en el sistema circulatorio.

En estos casos la prevención es el mejor tratamiento. Por eso se recomienda realizar revisiones periódicas para poder identificar factores de riesgo.

Una parte fundamental en la prevención es la autoexploración. Es conveniente revisarse los pies como mínimo cuatro veces por semana.

Con la prevención podemos evitar complicaciones mayores como pueden ser las infecciones o en último término, las amputaciones.

En nuestra consulta de podología realizamos exámenes para valorar la afectación de la sensibilidad y la circulación de los pacientes con diabetes, para así poder llevar un seguimiento sobre la evolución de la enfermedad.