Con las plantillas personalizadas se pretende corregir las patologías que nos afectan y, si no fuera posible, mejorar el problema y paliar su sintomatología.

Cada plantilla es única e intransferible para cada paciente, pues para hacerlas se toma un molde exacto del pie, pudiendo así adaptarlas perfectamente a la anatomía de cada persona para cubrir sus necesidades.

Según el problema de cada paciente, las plantillas o soportes plantares pueden ser de diferentes tipos:

• Plantillas correctivas

Este tipo de plantillas solo es aplicable a niños en edad de crecimiento, puesto que después de este periodo las correcciones en el pie mediante plantillas son inviables. Unas plantillas correctivas a tiempo pueden evitar problemas en la edad adulta, por ello son tan importantes las revisiones periódicas a los pies de los niños.

• Plantillas preventivas

Las plantillas con estas características se pautan a aquellos pacientes que no presentan patología en el momento de la exploración, pero sí se pueden apreciar alteraciones que, a la larga, produzcan molestias. Con este tratamiento se pretende evitar la aparición de patologías o, como mínimo, atrasar su aparición el mayor tiempo posible.

• Plantillas paliativas

 Para pacientes que padecen una patología que no se puede corregir. El objetivo de este tratamiento es disminuir el dolor, permitiendo al paciente realizar su vida diaria con total normalidad.

• Plantillas acomodativas

 Son plantillas que actúan sobre el origen de la patología para controlarla y eliminar la sintomatología dolorosa, ya sea estabilizando el pie, controlando su movimiento o descargando la presión en puntos concretos que producen molestias.